May Benatar, “Kafka y la Muñeca… la Omnipresencia de la Pérdida”
“Cuenta la historia, que Franz Kafka, se encontró con una niña en el
parque al que iba a caminar todos los días.Ella estaba llorando, había
perdido a su muñeca y estaba desolada.
Kafka se ofreció a ayudar a buscar a la muñeca y se dispuso a reunirse
con ella al día siguiente en el mismo lugar. Incapaz de encontrar a la
muñeca compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó:
-
“…Por favor no me llores, he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a
escribir sobre mis aventuras …“- Este fue el comienzo de muchas
cartas...
Cuando él y la
niña se reunían, él le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de
aventuras imaginarias sobre la querida muñeca.
La niña fue consolada.
Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Era,
obviamente, diferente de la muñeca original . Una carta adjunta
explicó:
- "mis viajes me han cambiado … "
Muchos años más
tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta
desapercibida dentro de la muñeca que, en resumen, decía:
-“Cada cosa que amas, es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente”.
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